La situación política del Emirato cambió a mediados del s. VIII, cuando
los califas de Damasco, pertenecientes a la dinastía de los Omeyas,
fueron vencidos por los Abasíes, que instalaron su capital en Bagdad.
El único miembro de la familia Omeya que se salvó huyó a Al - Andalus,
se hizo dueño del poder, estableció el Emirato independiente y gobernó
con el nombre de Abderramán I.
Así se rompió la unión política con el califa abasí de Bagdad, aunque
éste seguía siendo el jefe espiritual y religioso de los musulmanes de
Al - Andalus.