A principios del s. VIII un ejército musulmán, formado en su mayor parte
por bereberes procedentes del Norte de África y dirigido por una
minoría árabe al mando del general Tariq atravesó el estrecho de Gibraltar y desembarcó en la Península Ibérica, que estaba gobernada por los visigodos.
A raiz de ésto, en el añó 711 las tropas de Tariq derrotaron al ejército visigodo de don Rodrigo en la batalla de Guadalete.
A raiz de ésto, en el añó 711 las tropas de Tariq derrotaron al ejército visigodo de don Rodrigo en la batalla de Guadalete.
Al darse cuenta de la debilidad del Estado visigodo, un nuevo ejército
más numeroso que el anterior, al mando del gobernador del Norte de
África, Muza, emprendió la conquista de la Península. En tan sólo cuatro
años los ejércitos musulmanes ocuparon la mayor parte de la península,
encontrando poca oposición.
Llamaron Al-Andalus a las tierras de la península Ibérica que quedaron en su poder. Este territorio pasó a estar gobernado por un emir o gobernador, dependiente del califato de Damasco, y Córdoba se convirtió en la capital del territorio.
Llamaron Al-Andalus a las tierras de la península Ibérica que quedaron en su poder. Este territorio pasó a estar gobernado por un emir o gobernador, dependiente del califato de Damasco, y Córdoba se convirtió en la capital del territorio.
Conquista musulmana de la península