sábado, 20 de noviembre de 2010

LA ORACIÓN: EL SALAT


Para los musulmanes el viernes al mediodía es el día de reunión («al-yum'a») en el que se celebra la oración comunitaria. El resto de la semana la mezquita se encuentra abierta pero no es obligación para los fieles acudir a ella porque la plegaria del Islam, el «salat», puede ser realizada individualmente en cualquier lugar. Lo que sí es obligatorio es orar cinco veces al día y seguir con los pasos que indica el Corán, ejecutando previamente la ablución (purificación ritual realizada con agua o arena) y respetando la significación y rutina de oración del «salat» (que consiste en una serie de palabras y movimientos que incluyen pararse, inclinarse, arrodillarse, apoyar la frente en el suelo y sentarse).

El recinto que utilizan los musulmanes para orar evidencia claramente como la arquitectura del templo responde a una función. Como señala Abdennur Prado, presidente de la Junta Islámica Catalana, «la mezquita debe reflejar la desnudez a la que aspira el creyente en su entrega confiada al creador de los cielos y la tierra. Suele ser un espacio diáfano y sin imágenes. Los únicos símbolos habituales son caligrafías del Corán». La actitud del fiel frente a Dios queda evidenciada en el concepto mismo de mezquita que significa, literalmente, «lugar de postración».